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Conoce los derechos legales de un inquilino en alquileres de larga duración

Cada vez son más las personas que optan por el alquiler de viviendas como alternativa a la adquisición de una propiedad, ya que no todos tienen la posibilidad de hacerlo. A pesar de su popularidad, este tipo de acuerdo puede generar preocupación y cuestionamientos, especialmente en lo que respecta a los derechos del inquilino. En la actualidad, se ha hablado mucho sobre los arrendamientos a largo plazo, aunque aún hay cierta falta de regulación para esta modalidad, a pesar de que el Código Civil establezca los derechos y deberes tanto del arrendador como del arrendatario. En este artículo, nos adentraremos en los derechos que le corresponden a los inquilinos de larga duración y en las medidas que se están tomando para protegerlos en estos tipos de contratos.

Conoce tus derechos como arrendatario de larga estancia

Los derechos del inquilino de larga duración son esenciales ya que proporcionan estabilidad en la vivienda en un mundo incierto. Entre estos derechos se encuentran la posibilidad de participar en la renovación del contrato de arrendamiento, la resolución de disputas y la terminación de dicho contrato. Asimismo, los inquilinos tienen el derecho a estar protegidos ante aumentos desmesurados en la cuota de alquiler y la pérdida abrupta de su hogar debido a acciones del propietario o cambios de uso en la propiedad.

El arrendatario obtiene privilegios con el paso del tiempo

La duración del alquiler según la LAU

Según la Ley de Arrendamientos Urbanos, el alquiler de larga duración abarca un período de hasta 5 años para personas físicas y 7 años para personas jurídicas. Esto significa que, durante ese tiempo, los inquilinos tienen derechos garantizados por el contrato de arrendamiento.

Sin embargo, es importante señalar que el transcurso del tiempo no otorga ningún derecho adicional al arrendatario. Los derechos se establecen en el momento de la firma del contrato y no varían con el tiempo.

La antigüedad y sus implicaciones

La antigüedad no implica que el arrendatario tenga el derecho a adquirir la propiedad o comprarla a un precio menor. Tampoco significa que pueda hacerse con ella de forma gratuita. En algunos casos, la antigüedad puede otorgar el derecho a renovar el contrato, como sucede con los locales comerciales, pero esto no pone en riesgo o compromete la propiedad del arrendador.

La prórroga automática tras 5 años de arrendamiento

Una vez finalizados los 5 años de arrendamiento, se activa automáticamente un período de prórroga de 3 años si ninguna de las partes comunica su intención de finalizar el contrato. Si no se realiza una notificación expresa, el contrato se renovará automáticamente por otros 3 años más. Es fundamental tener en cuenta esta cláusula para evitar sorpresas y planificar correctamente la posible renovación o término del contrato.

Beneficios legales para el arrendatario con hijos a largo plazo

En caso de incumplimiento de obligaciones por parte de un arrendatario, si hay menores involucrados, será responsabilidad de las administraciones públicas garantizar su protección. Una vez asegurada esta protección, el arrendador podrá recuperar la vivienda sin perjudicar a los menores.

Es factible llevar a cabo un desahucio de un inquilino con hijos, por ejemplo, en caso de impagos. En teoría, la presencia de menores no debería afectar al proceso. Sin embargo, en la práctica, cuando el juzgado emite la resolución judicial que inicia el procedimiento y se lo comunica al arrendatario, se le informa de la opción de solicitar ayuda a los servicios sociales.

Al finalizar el proceso y llegar al punto de desalojar la vivienda o proceder al lanzamiento forzoso, la presencia de menores complica la situación, por lo que es necesario involucrar a los servicios sociales para proporcionarles alojamiento y otras medidas necesarias.

Derechos del inquilino

El arrendamiento es un tipo de contrato en el que ambas partes adquieren un compromiso y se establecen obligaciones y derechos para el inquilino. Esto lo convierte en una práctica regulada por diversas leyes, que determinan tanto las conductas como los derechos en función de las condiciones específicas de cada situación.

En España, existe una ley especial para los arrendamientos urbanos: la Ley de Arrendamientos Urbanos, que fue actualizada por última vez en 2019. Esta ley se aplica a todas las situaciones relacionadas con el arrendamiento en zonas urbanas del país.

Antes de la vigencia del acuerdo

El contrato es un acuerdo entre dos partes en el que se discuten aspectos clave como el precio y la duración.

Es importante destacar que la duración máxima del contrato será de un año y podrá ser extendido si ambas partes así lo acuerdan. Asimismo, es importante mencionar que el alquiler solo será ajustado una vez al año.

Comprendiendo el concepto de arrendamiento a largo plazo

Según la Ley de Arrendamientos Urbanos, el alquiler de larga duración puede durar hasta 5 años para personas físicas y 7 años para personas jurídicas. Esto brinda a los arrendatarios una mayor seguridad y tranquilidad en cuanto a la estabilidad de su vivienda durante un período considerable.

Además, este tipo de alquiler suele implicar contratos más extensos, lo que permite a los inquilinos planificar mejor su estancia en la propiedad y evita posibles problemas de cambio de residencia en un corto plazo.

Por otro lado, también se considera una opción atractiva para aquellos propietarios que buscan ingresos estables y a largo plazo. Al tener un inquilino durante un período prolongado, se evita tener que buscar nuevos inquilinos de forma frecuente, lo que representa un ahorro de tiempo y esfuerzo.

Es una modalidad de alquiler que se adapta a aquellos que buscan una vivienda a largo plazo y que desean evitar cambios frecuentes en su residencia.

Qué sucede tras cinco años de inquilinato

Renovación automática del contrato de arrendamiento

Tras el cumplimiento del quinto año de contrato de arrendamiento, se aplicará una prórroga obligatoria por tres años más en caso de que ninguna de las partes comunique su intención de finalizar el contrato en tiempo y forma.


Si no hay una notificación expresa para terminar el contrato, este se renovará automáticamente por tres años más. Por ello, es fundamental estar al tanto de esta cláusula para evitar sorpresas y poder planificar adecuadamente la renovación o finalización del contrato.


Importancia de la cláusula de prórroga en el contrato de arrendamiento

Una de las condiciones más relevantes en un contrato de arrendamiento es la estipulación de una prórroga obligatoria por tres años más después del quinto año. En caso de no existir una notificación expresa para terminar el contrato, este se renovará automáticamente por tres años más.


Es esencial tener en consideración esta cláusula para tomar decisiones bien fundamentadas en caso de querer renovar o finalizar el contrato de arrendamiento en un futuro. No ser conscientes de esta prórroga obligatoria puede llevarnos a situaciones inesperadas e indeseadas.

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