Volvemos tras el Covid-19 empatando en Valdivia (1-1).

Aunque esperábamos regresar a la liga con una victoria, el resultado no fue el deseado. Un gol de Kofi no fue suficiente para traernos los tres puntos en nuestro primer partido después de haber superado el coronavirus en nuestro equipo. A pesar de ello, el empate ante el CP Valdivia fue un buen inicio después de un largo periodo sin competir.

El equipo mostró un buen nivel en el terreno de juego, aunque aún falta recuperar la forma física y la química en el campo tras haber estado en cuarentena. El gol de Kofi nos llenó de ilusión, demostrando que seguimos siendo un equipo competitivo y con ganas de conseguir grandes resultados.

Sin embargo, el empate nos hace reflexionar sobre los errores que debemos corregir para enfrentar los próximos encuentros. Nuestros rivales también han estado entrenando y jugando mientras nosotros estábamos aislados, por lo que no podemos confiarnos y debemos trabajar aún más duro para alcanzar el ritmo de competición.

El partido también nos dejó buenas noticias, como la actuación de Peters Serván bajo los tres palos, quien se mostró firme y seguro a pesar de haber estado inactivo durante este tiempo. Además, la vuelta a las canchas de jugadores importantes como Robert, Moraga y Viti, nos llena de optimismo para lo que viene.

Tenemos un gran desafío por delante, pero estamos listos para afrontarlo. Sabemos que tenemos el potencial y el equipo para llegar lejos en la liga y lucharemos por conseguirlo. Volvimos tras el Covid-19 y demostramos que seguimos unidos y motivados para alcanzar nuestras metas. ¡Seguimos adelante!

Protegiéndonos contra las secuelas prolongadas del COVID

Medidas efectivas para prevenir afecciones persistentes por COVID-19. La clave para protegerse de las consecuencias duraderas del COVID-19 es evitar contagiarse y contagiar a los demás. Los CDC recomiendan que aquellos que sean elegibles se mantengan al día con las vacunas contra el COVID-19, además de mejorar la ventilación y realizar pruebas de detección si es necesario. Si se es elegible, también se debe buscar tratamiento para el COVID-19. Otras medidas preventivas incluyen evitar el contacto cercano con personas contagiadas y mantener una buena higiene de manos mediante el lavado frecuente o el uso de desinfectante a base de alcohol.

La importancia de la vacunación en la prevención de afecciones persistentes por COVID-19. Según estudios recientes, las personas que han recibido la vacuna tienen menos probabilidades de desarrollar afecciones persistentes por COVID-19 en comparación con aquellas que no están vacunadas.

Trabajando juntos para encontrar más medidas preventivas. Los CDC, junto con otras agencias y socios, están constantemente buscando nuevas formas de ayudar a reducir el riesgo de desarrollar afecciones persistentes por COVID-19. Aprenda más sobre cómo protegerse a usted y a los demás del COVID-19 y ayúdenos a mantenernos saludables como comunidad.

Individuos con mayor susceptibilidad a padecer complicaciones duraderas debido al COVID

Los expertos buscan comprender cuáles son los individuos o colectivos más propensos a padecer síntomas prolongados de COVID-19 y por qué. De acuerdo a varios estudios, ciertos grupos pueden estar más afectados por estas afecciones persistentes. A continuación se mencionan algunos ejemplos, aunque no se trata de una lista exhaustiva, de las personas o comunidades que podrían estar en mayor riesgo:

  • Personas que residen en áreas con alto índice de contagio o trabajan en ambientes de riesgo
  • Individuos que no tienen acceso adecuado a atención médica
  • Minorías raciales o étnicas y personas con discapacidades

Las inequidades en el sistema de salud pueden hacer que estos grupos sean más vulnerables a la adquisición y desarrollo de afecciones persistentes de COVID-19. Los investigadores están examinando diversas causas que pueden contribuir a este mayor riesgo en estas comunidades.

Repercusiones prolongadas del COVID y sus efectos crónicos

Para entender mejor cuántas personas experimentan afecciones persistentes al COVID-19, los CDC utilizan diferentes enfoques, cada uno ofreciendo una pieza del rompecabezas. Por ejemplo, algunos estudios se enfocan en identificar afecciones persistentes basándose en los síntomas reportados por los pacientes, mientras que otros recopilan información de los registros médicos. Además, se incluye a personas hospitalizadas y no hospitalizadas en diferentes estudios.

Para tener una visión completa y precisa, es esencial utilizar diferentes enfoques en la recopilación de datos sobre afecciones persistentes al COVID-19. Por esta razón, los CDC trabajan en conjunto con otras agencias federales, instituciones académicas y organizaciones de investigación para obtener y analizar más datos. La más reciente información sobre afecciones persistentes al COVID-19 se encuentra disponible en el informe de la Encuesta Household Pulse de la Oficina del Censo de los Estados Unidos. Esto nos ayuda a entender mejor cómo el virus afecta a la salud a corto y largo plazo de la población.

Sobrellevar secuelas duraderas del COVID

Recibir atención médica es importante para ayudar a mejorar los síntomas y la calidad de vida de las personas que sufren afecciones persistentes al COVID-19. Por ello, es recomendable que estos pacientes se pongan en contacto con un proveedor de atención médica para establecer un plan de control médico personalizado. Además, pueden seguir ciertos consejos antes de acudir a la cita con su proveedor de atención médica. También pueden encontrar apoyo en grupos organizados para pacientes y cuidadores.

Aunque los efectos persistentes del COVID-19 suelen ser más frecuentes en adultos, pueden afectar también a niños y adolescentes a largo plazo. En caso de sospechar que usted o su hijo pueden estar sufriendo afecciones persistentes al COVID-19, no dude en consultar con su médico. Para obtener más información sobre cómo hablar con su proveedor de atención médica sobre estas afecciones, consulte la siguiente sección: Consejos para comunicarse con el médico sobre los efectos posteriores al COVID-19.

Lo que necesita saber

En julio del 2021, se ha incluido oficialmente el término "afecciones persistentes al COVID-19" como una condición reconocida que podría llevar a una discapacidad según lo establecido en la Ley sobre Estadounidenses con Discapacidades (ADA).

Esta actualización en la ADA reconoce que las personas con secuelas persistentes del COVID-19 pueden sufrir de discapacidades a largo plazo que afectan su funcionamiento diario y, por lo tanto, pueden necesitar de apoyo y protección bajo la ley.

Ahora, se encuentra disponible una guía detallada sobre "afecciones persistentes al COVID-19" como discapacidad conforme a la ADA para ayudar a los individuos y organizaciones a entender mejor los recursos disponibles y las medidas a tomar para proteger los derechos de las personas afectadas.

Afecciones persistentes al COVID

Las consecuencias prolongadas de la infección por el virus COVID-19, también conocidas como afecciones persistentes al COVID-19 o afecciones posteriores al COVID-19 (PCC), pueden afectar a algunas personas. Estas afecciones se caracterizan por la persistencia o aparición de síntomas y afecciones después de una infección aguda por COVID-19. Esta definición ha sido elaborada conjuntamente por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y otros colaboradores.

A menudo, se utiliza una variedad de términos para referirse a las afecciones persistentes al COVID-19: afecciones posteriores al COVID-19, COVID-19 de larga duración, COVID-19 posagudo, efectos a largo plazo del COVID-19 y COVID-19 crónico. Además, existe el término "secuelas posagudas de la infección por el SARS-CoV-2" (PASC) para describir un subgrupo específico dentro de estas afecciones persistentes al COVID-19.

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