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Descubre el significado de GCS con la escala de coma de Glasgow

La escala de Glasgow, también llamada Glasgow Coma Scale (GCS), es una herramienta neurológica empleada para medir el nivel de conciencia de pacientes con traumatismos craneoencefálicos. Esta evaluación se realiza dentro de las primeras 24 horas tras el incidente, tomando en cuenta tres aspectos: la apertura de los ojos, la respuesta motora y la habilidad verbal.

La implementación correcta de la escala de Glasgow instrucciones y pasos a seguir

La evaluación de la apertura ocular, la respuesta verbal y la respuesta motora del paciente permite al profesional asignar un valor a cada parámetro y obtener así el resultado final de la escala de Glasgow. La puntuación puede variar entre 3 (si no hay respuesta) y 15 (en caso de una respuesta total). Es importante destacar que el valor más bajo posible en esta escala es de 3 puntos y el más alto de 15 puntos, lo que indica la gravedad del daño craneoencefálico del paciente, resultando el que obtiene una puntuación más baja el que presenta mayores daños.
Este sistema de puntaje también ha permitido clasificar los diferentes tipos de traumatismos craneoencefálicos según su gravedad. Se pueden identificar tres categorías: leves, con un puntaje entre 13 y 15 puntos, moderados, entre 9 y 12 puntos, y severos, 8 o menos puntos. Con esta información, los médicos pueden realizar un seguimiento más específico y ordenado de sus pacientes.
Años después de su implementación, la escala de Glasgow fue adaptada para evaluar lesiones cerebrales no traumáticas. Esto le ha dado un alcance más amplio y se ha convertido en una herramienta de gran utilidad para los médicos en la clasificación y seguimiento de lesiones cerebrales.

Indicadores de la gradación Glasgow

La escala se basa en parámetros que surgen de las respuestas de la corteza cerebral y del tronco encefálico, es decir, los encargados de las conductas durante la vigilia, y no toma en cuenta los reflejos de las pupilas y los movimientos de los ojos. Esto provocó una gran insatisfacción en sus inicios, a lo cual se argumentó que el objetivo de esta medición era evaluar el nivel de conciencia y no la gravedad de la lesión cerebral.

Entre las aplicaciones de la escala de Glasgow, se incluyen enfermedades neurológicas como el ictus y comas causados por otras causas que no sean traumas. Sin embargo, a pesar de su amplia aceptación, su punto débil es que los resultados dependen en gran medida del estado del paciente, ya sea por estar sedado, intubado o haber sufrido un traumatismo en la cara. En estos casos, y también en personas conectadas a un respirador artificial, no se recomienda utilizarla.

Otras variables que pueden influir significativamente en los resultados, especialmente en la parte verbal, son problemas de audición, demencia, trastornos psiquiátricos y lesiones en la boca o la garganta. Por encima de todos los obstáculos físicos o mentales que puedan interferir con la evaluación, se debe considerar la subjetividad del profesional, lo cual puede afectar tanto positiva como negativamente al diagnóstico, dando lugar a variaciones de hasta dos puntos.

El origen de la famosa escala de coma de Glasgow

El origen de la Escala de Glasgow se remonta a 1974, cuando dos cirujanos neurocentíficos de la Universidad de Glasgow, Graham Teasdale y Bryan Jennett, la crearon con el fin de registrar y monitorear de manera sencilla y confiable el nivel de conciencia en pacientes con traumatismo en la cabeza.

Los investigadores publicaron su primer versión en la prestigiosa revista The Lancet, bajo el título "Assessment of coma and impaired consciousness", y desde entonces, esta escala se ha utilizado ampliamente tanto en el entorno hospitalario como prehospitalario para evaluar diferentes patologías.

Aunque inicialmente estaba destinada a pacientes con traumatismos craneoencefálicos, su efectividad y simplicidad permitieron su expansión a otras afecciones traumáticas y no traumáticas.

Actualmente, la Escala de Glasgow es la herramienta más empleada para evaluar el nivel de conciencia en situaciones de emergencia y es utilizada por diversos profesionales en todo el mundo.

Las aplicaciones del índice de Glasgow

La GCS (Escala de Coma de Glasgow) es una herramienta fundamental para valorar diversos estados alterados de la conciencia en situaciones de emergencia, como traumatismos craneoencefálicos graves. Su importancia radica en su simplicidad, objetividad y rapidez, permitiendo realizar una exploración neurológica en el menor tiempo posible. Lo más relevante a tener en cuenta es el nivel de conciencia, el cual puede ser evaluado mediante la puntuación obtenida en la GCS y nos brinda información acerca de la gravedad de la lesión.

Además de su valor en el momento de la evaluación, la GCS también sirve para identificar el estado de coma y hacer un seguimiento de la evolución del paciente. De esta manera, es posible utilizarla en diferentes momentos para observar cualquier cambio en el nivel de conciencia y así establecer un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. La aplicación de la GCS a lo largo del tiempo es esencial para un seguimiento exhaustivo y una mejor comprensión de la condición del paciente.

Puntuación e interpretación

Puntuaciones en diferentes categorías para una mejor respuesta

Cada una de las tres áreas se evalúan y se otorga una puntuación a la respuesta más destacada en cada una de ellas. La calificación total más baja es de 3 (1+1+1) y la más alta es de 15 (4+5+6).

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Puntuación e interpretación

En cuanto a la evaluación del Traumatismo Craneoencefálico (TCE), se otorga una valoración específica en cada uno de sus tres aspectos principales. Este sistema de calificación considera la respuesta obtenida en cada una de las categorías, y puede variar desde una puntuación mínima de 3 (1 + 1 +1) hasta una máxima de 15 (4 + 5 + 6).

La calificación final se determina en función del resultado total obtenido, junto con la aplicación de la clasificación de Gennarelli. Dicha clasificación permite determinar la severidad del TCE en base a la puntuación total obtenida.

Entendiendo la puntuación de la escala de coma de Glasgow

En 1974, dos neurocirujanos británicos miembros del Instituto de Ciencias Neurológicas de la Universidad de Glasgow, Bryan Jennett y Graham Teasdale, diseñaron una escala para evaluar el estado de coma y la conciencia alterada. La primera versión de esta escala fue publicada en la revista The Lancet con el título "Assessment of coma and impaired consciousness".

Durante los años 60, Jennett comenzó a recopilar datos de casos de traumatismo craneoencefálico (TCE) que había tratado en Glasgow, en colaboración con otros profesionales de Holanda y Estados Unidos. Esta compilación se convirtió en la base para crear la escala de coma de Glasgow.

Con el tiempo, esta escala se convirtió en una herramienta crucial para evaluar de manera objetiva el nivel de conciencia de pacientes con TCE. Estaba dividida en 3 categorías que evaluaban individualmente 3 aspectos de la consciencia: apertura ocular, respuesta verbal y respuesta motora. Su puntaje total era de 14 puntos.

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