Qué hacer cuando te unes a un grupo de Whatsapp y terminas sin hablar

Nuestra conversación en WhatsApp está llena de inoportunas notificaciones provenientes de varios grupos, desde grupos familiares hasta grupos de trabajo, pasando por grupos para la organización de cenas y salidas nocturnas con amigos del instituto. Aunque no necesariamente queremos formar parte de estos grupos, a menudo es necesario hacerlo. ¿Has visto el último mensaje? Parece que Julián ha adquirido una nueva barbacoa. Y Amaia no para de compartir videos, como el de esa chica en patinete eléctrico que es atropellada por un coche. También están las fotos del bebé de Mireia y... ¿cómo se llamaba su marido? Ah, sí, João, que también participa en el grupo. Y no podemos olvidar la nota de voz reenviada en el grupo de trabajo, en la que una mujer afirma haber visto tanques dirigiéndose hacia Barcelona. Aunque estos grupos no son perfectos, en momentos puntuales pueden resultar útiles para comunicar noticias importantes, ya sean buenas o malas.

Trucos para participantes

En los grupos grandes es común sentirse perdido y no saber a quién va dirigido un mensaje. Afortunadamente, existen dos trucos muy sencillos que todos deberíamos conocer.

Primero, podemos replicar un mensaje específico pulsando y sosteniendo el mensaje y luego tocando en el primer icono de la barra superior, el que tiene una flecha torcida apuntando a la izquierda. Este se encuentra al lado de la estrella, o, si lo prefieres, simplemente desliza tu dedo sobre el mensaje en cuestión.

Segundo, podemos enviar un mensaje a un destinatario en particular. Solo necesitamos añadir un símbolo '@' antes del nombre del destinatario y aparecerá una lista con los nombres de los participantes. Al recibir la notificación, sabrán que el mensaje es para ellos.

Además, el doble check azul indica que el mensaje ha sido leído por la otra persona. Sin embargo, en un grupo, el mecanismo es similar, pero solo aparecerá azul cuando todos los miembros lo hayan leído. Para comprobar quiénes lo han hecho, solo necesitamos pulsar y sostener el mensaje, tocar en la letra 'i' de información, y ahí aparecerá una lista de los miembros que han leído el mensaje.

Cuando es suficiente

La presión de los medios sociales y cómo manejarla

A veces, la constante demanda de estar conectados y al día con las redes sociales puede ser agotadora y estresante. Chatear, enviar mensajes y responder correos y notificaciones puede generar ansiedad en nosotros. Sin embargo, no siempre tenemos que ceder a esa presión.

No siempre es necesario responder inmediatamente a los mensajes que recibimos. Es importante recordar que no todos los mensajes requieren una respuesta urgente. De hecho, podemos decidir posponer la respuesta en espera de un momento más conveniente para nosotros.

Sin embargo, sabemos que cuando abrimos la aplicación, el mensaje se marcará como leído y se activará esa sensación de tener que responder de inmediato. Pero ¿qué pasa si queremos tomarnos más tiempo para responder sin que el remitente sepa que hemos leído su mensaje? Hay una forma de hacerlo sin tener que lidiar con el "tick azul".

De hecho, hay un método más efectivo para manejar esta situación. Nos permite previsualizar los mensajes y recibir una vista general de quién nos está escribiendo sin sentir la presión de responder de inmediato. Así podemos evitar el estrés innecesario y responder a los mensajes con más calma y serenidad.

La importancia de la temática en una conversación

Aunque no hay una opinión unánime acerca de la filtración en sí, los tres juristas coinciden en su contenido. En concreto, se focalizan en lo que está siendo divulgado en esa conversación. En este aspecto, hay concordancia: si la persona que difunde la información pertenece al grupo, dependerá del contenido si se podría considerar una actividad ilegal.

Según Prenafeta, si hablamos de una enfermedad, se considera un dato personal delicado. Por lo tanto, si no se trata de una enfermedad conocida y pública, revelarla sería una cesión de datos. De esa manera, podría ser considerada como una información íntima y sería persecución según la Ley Orgánica de Protección al Honor, Intimidad y Propia Imagen.

Nos explica también que en el caso de las injurias, deben ser graves para ser consideradas un delito. Además, para denunciar este delito o las calumnias, la persona perjudicada debe presentar una denuncia. Esto significa que la información se ha hecho pública fuera del grupo o la persona perjudicada es parte de él.

Quién tiene la ventaja el denunciante o el que hace filtraciones

El consenso entre juristas y despachos de abogados es aún bajo respecto a quién suele ganar en un caso de filtración de conversaciones. Nos gustaría preguntarles sobre este tema para tener una visión general de a quién suele dar la razón la ley.

Es importante aclarar que, al igual que ocurre con las grabaciones, en la mayoría de los casos la persona que lleva a cabo la captura de la conversación es uno de los intervinientes. Por lo tanto, no se considera una invasión a la privacidad o al espacio reservado de la persona, ya que ha accedido voluntariamente a tener ese contacto.

Sin embargo, el abogado Carrasco nos advierte que lo relevante es el propósito final de la filtración. En su opinión, suele ser el que filtra la conversación quien termina ganando, siempre y cuando dicha filtración se utilice para defender intereses legítimos en un proceso judicial, y no para publicarse en redes sociales como un acto de difamación.

Trucos para administradores

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